"No hay mayor regalo que el de dar a tus hijos el amor por la lectura y los libros"

martes, 10 de julio de 2012

Leyendo en Familia Crecemos Juntos

Este verano 2012, por causas de fuerza mayor tomamos la decisión de por primera vez en cinco años consecutivos posponer nuestro famoso y querido "Campamento de Cuento".

En realidad los sentimientos son encontrados, ya que a lo largo de estos 5 años el Campamento de Cuento ha representado un sin fin de experiencias y oportunidades positivas para los niños y las familias que nos han acompañado. Son veranos llenos de diversión, actividades, libros, lectura y letras. Sin duda un espacio en el que tanto nosotras como facilitadoras, como los niños, podemos soñar, imaginar y convivir con autores e ilustradores mientras exploramos sus historias de una manera relajada y divertida. De ahí la nostalgia de dejar pasar un verano sin estas experiencias.

Por otro lado, hay un gran sentimiento de alegría y ese tiene que ver a nivel personal, ya que me encuentro a unos días de recibir a mi segundo hijo. Estoy muy emocionada y durante este largo tiempo (41 semanas) me he dado la oportunidad de reflexionar acerca de la importancia de disfrutar cada etapa que la vida nos ofrece. Son tantos los momentos que debiéramos atesorar y que a veces por vivir a prisa, no nos damos la oportunidad de vivirlos intensamente.

Como decía nuestro Santo Padre Juan Pablo II, "La familia es la única comunidad en la que todo hombre es amado por sí mismo, por lo que es y no por lo que tiene". No hay duda de que la familia es la primera escuela para los hijos e incluso para los padres, es el lugar en donde reflexionamos y aprendemos juntos.

De esta idea nace la convocatoria a participar en el primer concurso de fotografía organizado por el Rincón de los Cuentos: "Leyendo en Familia Crecemos Juntos" en donde se invita a las familias a enviar una fotografía leyendo juntos.


Y a esto es justo a lo que me refiero, al hecho de atesorar los momentos que la vida nos ofrece. El tiempo pasa tan rápido, los hijos crecen y es ahora el momento de detenernos a reflexionar acerca de cómo estamos alimentando su alma, su espíritu, de qué manera estamos fomentando esos lazos afectivos que les permitirán lograr el éxito y ser felices.

Como padres tenemos el compromiso de educar y formar a nuestros hijos, pero así mismo tenemos el compromiso de convertirnos en mejores personas, de continuar aprendiendo y reflexionando. ¿Qué mejor manera de hacer todo esto tomados de las manos de nuestra familia?
Y así es precisamente como continuamos con este crecimiento, utilizando la lectura para reafirmar estos lazos, para visitar otros mundos, para soñar e imaginar. La lectura abre horizontes, abriga a los corazones y nos ayuda a desarrollar nuestro pensamiento y espíritu...

Compartamos pues con nuestros hijos estas oportunidades, tengamos un campamento de cuento este año en cada hogar, compartamos los libros, la lectura, las letras y todos esos mensajes significativos que nos ayudarán a continuar creciendo y atesorando momentos juntos.

Este verano, los invitamos a que se hagan el mejor regalo, porque Leyendo en Familia Crecemos Juntos...

¡Nos leemos Pronto!

sábado, 20 de agosto de 2011

Los que nutren el alma

Algunas veces me han preguntado por mis libros favoritos, esa siempre es una pregunta difícil de contestar. Cada libro que he leído me ha dejado una huella especial; son muchas las variables a considerar, el momento en mi vida en el que lo leí, qué estaba pasando, qué pensaba, la audiencia a la que se lo leí, entre otras muchas situaciones.
Espero que no me malinterpreten, definitivamente hay libros que nos gustan y otros que simplemente no.  Es válido decir NO a un libro, así como es válido decir que un libro en particular nos ha marcado; disfrutamos leerlo varias veces y se convierte en uno que nos nutre el alma.
En el caso de los libros para niños es igual, una vez que hemos caído en las “garras” de los autores infantiles, es difícil contestar la pregunta del libro favorito. Uno de los libros que recuerdo con cariño, (…y tal vez sean las demás variables que estuvieron presentes) fue aquel de Shel Silverstein “El árbol generoso”, como les decía, posiblemente este libro es uno especial ya que un maestro de la universidad fue quien nos los leyó en voz alta y a raíz de esa lectura en un salón de clases, pude entender el impacto que tiene un maestro al leer en voz alta a sus alumnos. Es un libro que se queda para siempre… y el árbol fue feliz.
Otro libro significativo para mí es el de Stone Fox por John Reynolds Gardiner (también está disponible en español), y tal vez tenga algo que ver el hecho que cuando leí ese libro a mis alumnos de tercer grado, no hubo un solo niño que quisiera salir al recreo hasta que no concluyera el capítulo o que al final se escuchara un silencio sepulcral y hubo que pasar una caja de kleenex alrededor del salón.  Una muestra más de cómo los libros, nos unen y nos ayudan a formar comunidades en donde los sentimientos se comparten.
El libro de Mo Willems “ I am going!“, es uno más de mis especiales ya que una amiga muy querida me hizo leerlo en forma de teatro de lectores (ella leía la parte del personaje que se iba y yo el del personaje que se quedaba)  cuando estábamos a punto de despedirnos pues ella se iba a vivir a otro país, (cabe mencionar que yo lloraba como una magdalena casi llegando al final). Un libro acerca de la amistad y de lo difícil que pueden llegar a ser las despedidas.
En fin, la lista de libros puede seguir, y es así como cada libro que decidimos leer con el alma y con el corazón, se queda para continuar siendo parte de nosotros y ayudarnos a definir quiénes somos, qué queremos y  la manera en la que vemos el mundo. 
Creo firmemente que para lograr impulsar a nuestros niños a convertirse en lectores exitosos, debemos exponerlos a una gran cantidad de lecturas, de todos los géneros y tipos, lograr una dieta de libros balanceada y ayudarlos a encontrar esos libros que les nutrirán el alma.


¡Nos leemos pronto!

sábado, 30 de julio de 2011

¡Cuéntamelo otra vez!

Los que somos papás, o incluso maestros hemos escuchado millones de veces esa frase…
En algunas de las conferencias que he dado, hay algunos papás que se acercan preocupados diciéndome que su hijo(a) solamente quiere escuchar el mismo cuento, una y otra vez. Lejos de ser una preocupación, en mi opinión, es una buena señal de que es un libro especial y adecuado para él o ella.
Pongámoslo de esto modo, ¿Alguna vez has visto una película más de una vez? Seguramente la respuesta es afirmativa, ahora piensa ¿Qué fue lo que te hizo verla de nuevo?...
En lo personal, tal vez han sido los personajes con los que me identifiqué, la trama, algunas escenas que me gustaría volver ver a detalle, solo por mencionar algunas razones.
 Lo mismo sucede con los libros, cada vez que leemos, o en el caso de los más pequeños, cada vez que escuchan una historia, descubren cosas diferentes, disfrutan revivir a los personajes y la trama, posiblemente sea en las ilustraciones o tal vez en el mismo relato. En algunos casos los niños logran memorizar partes o el cuento completo y es chistoso cuando queremos cambiarles la historia y ellos responden impacientes “así no va”, o “eso no dice”.  La memorización es una habilidad que necesitarán continuar desarrollando para lograr el éxito académico, y ese libro les está regalando la oportunidad de practicarla de una manera divertida y atractiva para ellos.
Uno de los libros más populares y que los niños escogen leer en varias ocasiones es el de “La verdadera historia de los tres cerditos” por Jon Sciezka. En ese el libro, el lobo es quien da la versión de los hechos, posiblemente mis alumnos me han pedido que lo lea más de 8 veces en un mismo ciclo escolar. 
Les encanta escuchar la versión del personaje antagónico que trata a toda costa de convencerlos que los cerditos eran los malos y que todo se debió a un mal resfriado y a una taza de azúcar.  Las ilustraciones son muy llamativas y el cuento puede hacerse tan interactivo como se desee.
Así mismo, los más pequeños comienzan a poner atención en las letras que forman las palabras, aprenden que la L es el primer sonido de LOBO.  No es una sorpresa que con el tiempo puedan  identificar por sí mismos esa misma palabra escrita en un contexto diferente.
Volver a leer un libro nos ayuda a entender las partes que no comprendimos, a observar cuidadosamente las ilustraciones, a poner atención en los detalles que no notamos en la ocasión anterior, a desarrollar un sinfín de habilidades y lo más importante, a disfrutar nuevamente de la historia que nos cuenta el autor.
Así que la próxima vez que escuches esta frase de la boca de tus hijos, sobrinos, nietos, alumnos etc...ten la seguridad que estás haciéndo un gran regalo.
¡Nos leemos pronto!

domingo, 24 de julio de 2011

Cierra los ojos para ver

El otro día mientras escuchaba las noticias, me quedé reflexionando acerca de la situación por la que atraviesa nuestro país. Me cuestiono ¿qué tipo de infancia tuvieron esos adolescentes y adultos jóvenes implicados en tantos hechos delictivos?  Seguramente, y sin temor a equivocarme,  sus padres nunca les leyeron, nunca pasaron tiempo de calidad con ellos y nunca tuvieron la oportunidad de ver más allá de su realidad.
Viene a mi mente un hombre humilde colombiano del que aprendí una gran lección, Luis Humberto Soriano, un maestro rural que con su don de cuentacuentos y ávido lector envuelve a los niños de las más aisladas y poco agraciadas comunidades de Colombia. Con esos niños, comparte el amor por la lectura y los libros. Su historia es por demás admirable, puesto que con los pocos recursos con los que puede contar un maestro rural, viaja en compañía de dos burros Alfa y Beto (lo cual me parece un destello de creatividad) llevando libros e historias a niños que carecen de bienes materiales, pero que se enriquecen de creatividad, de habilidades y de ganas de superarse por medio de las maravillosas historias. ¡Ojalá tuviéramos más "Luises Humbertos"!  Es imposible no estremecerse, al escuchar de viva voz los comentarios de esos niños en un documental, en donde con sus caritas sonrientes, dicen que les encantan las historias, y que añoran el día en el que el “Biblioburro” (como es conocido) los visite y así puedan transformar en sus mentes esa realidad en la que viven. Al final de uno de los documentales, se aprecia a una pequeña que tiene sus ojos cerrados mientras imagina la historia que escucha, al finalizar él les pide que abran sus ojos, ella los abre, ve su realidad, y vuelve a cerrarlos, para entonces poder ver lo que el futuro le depara.
A veces los libros nos ayudan precisamente a eso, a cerrar los ojos para poder ver todo aquello que nuestro corazón anhela, la libertad, la fantasía, la justicia, la felicidad. ¿Por qué negar entonces a nuestros niños la oportunidad de ver con los ojos cerrados, de imaginar mundos lejanos, de reconocer que el cielo no es límite pues hay huellas en la luna?
Muchos están preocupados por dejar un mejor planeta para nuestros hijos, tendríamos que pensar pues, en dejar mejores hijos para el planeta.  La lectura abre horizontes, rompe barreras y nutre los corazones.    

Documental del Biblioburro

miércoles, 20 de julio de 2011

La magia de los libros y la lectura

Anoche, platicaba con mi esposo Leo acerca de la idea de iniciar mi propio Blog... en realidad estoy muy entusiasmada con la idea de tener un espacio en donde compartir mis ideas y opiniones acerca del tema que me apasiona, el fomento a la lectura en los niños.
A lo largo de mi experiencia en la educación he podido constatar la gran cantidad de beneficios que los padres les brindan a sus hijos, al leerles desde una edad temprana. Durante las conferencias que doy a maestros de todos los grados escolares,  me gusta compartir con ellos las características tan especiales de esos niños que destacan del resto; son niños que tienen períodos de atención  más amplios, tienen un vocabulario más rico, son críticos, analíticos, observadores, creativos y definitivamente son aquellos niños que aportan mucho al salón de clases. Todos los maestros han estado de acuerdo en las características que estos niños poseen y se sorprenden al reflexionar acerca de cómo los padres pueden hacer la diferencia y cambiar la vida de sus hijos para siempre.


Hace algunos años me tope con el libro: LEER COMO POR ARTE DE MAGIA: COMO ENSEÑAR A TU HIJO A LEER EN EDA D PREESCOLAR Y OTROS MILAGROS DE LA LECTURA EN VOZ ALTA  de la autora australiana Mem Fox y puedo decir que fue uno de los libros que me ayudó a visualizar el proceso por el cual una persona se transforma en lector, pues nadie nace sabiendo leer. La lectura es una habilidad aprendida y entre más pronto comencemos leyendo a nuestros hijos mayores serán los beneficios.
Mem Fox ha sido para mí una gran inspiración, cuando mi esposo Leo y yo nos enteramos que íbamos a ser papás, una cosa tenía clara, entre muchas otras cosas, tenía que compartir con nuestra hija Cloé la magia de los libros y la lectura.
Han sido dos años de grandes experiencias y satisfacciones como mamá y puedo decir con orgullo que a sus dos años, Cloé ha viajado a tierras maravillosas, ha conocido personajes con los que se identifica en su vida cotidiana, conoce autores y posee habilidades que le permitirán en un futuro convertirse en una lectora exitosa. Todo esto ha sucedido de la manera más natural y divertida para ella, en donde hemos reforzado los lazos de familia pues en el regazo de sus papás es en donde ha vivido estas grandes aventuras.
Tal y como dice Mem Fox, después de conocer este “secreto” es imposible mantenerlo así, por lo que es mi obligación compartirlo con la mayor cantidad de padres interesados en formar mejores hijos.


Acompáñame en esta aventura de formar mejores personas, más libres, más felices y todo esto por medio de la magia de los libros y la lectura.